Tras señalar que la tarea de combatir el cambio climático compete a todos, expuso su propuesta para crear un Fondo Verde y consideró que si resulta muy costoso, valdría la pena disminuir algunos gastos de organizaciones internacionales como la ONU y dedicarlas a pagar reducciones de emisiones.
Al participar en la sesión de apertura de la XIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, Calderón Hinojosa opinó que se debe buscar un instrumento práctico para reducir las emisiones de carbono a la atmósfera con incentivos económicos, que son los que "funcionan".
Reconoció que en la Cumbre sobre Cambio Climático que se efectuará en diciembre en Copenhague, Dinamarca, no será posible construir un acuerdo que pueda sustituir o por lo menos establecer las bases que continúen el desarrollo del Protocolo de Kyoto, pero sí se podrá avanzar en fijar un estímulo económico a los países por la reducción de emisiones.
El Ejecutivo mexicano observó que a la fecha se han cumplido todas las "profecías" de calentamiento global, alteración climática, inundaciones sin precedentes, sequías, derretimiento de los polos "y los desastres que día con día se ven con pasmo" en todo el orbe.
Mencionó que combatir el cambio climático es una tarea de todos, que no debe descansar principalmente en los países desarrollados y ricos, "porque tarde o temprano todos pagaremos la inacción".
Recordó que, independientemente de que se llegue a un acuerdo sobre metas globales de reducción de emisiones, ha sugerido buscar un instrumento práctico, pragmático, que coloque los incentivos que "funcionan", que son los económicos.
El presidente Calderón consideró que se tiene que diseñar un mecanismo financiero que estimule la reducción de emisiones de carbono a través del pago de dinero por países, y dentro de cada nación, conforme a la política de cada gobierno, por sectores, industrias o economías.
Comentó que se debe crear un instrumento que pague una cantidad de dinero por cada tonelada de carbono reducida, lo cual permitirá que en los países desarrollados y emergentes evolucione la innovación y la tecnología que permita reducciones cada vez más eficientes.
En eso, explicó, radica la propuesta del Fondo Verde, es decir, que se utilizarían recursos del mismo para pagar una cantidad determinada de dinero por cada tonelada de carbono reducida.
El Ejecutivo federal puso como ejemplo que para 2020 probablemente se tengan que reducir 15 mil millones de toneladas de bióxido de carbono, y si se pusiera una tasa de 10 euros por tonelada, se requerirían 150 mil millones de euros en 10 años.
Aclaró que "a veces pienso que si es muy costoso este sistema, a lo mejor valdría la pena reducir algunos gastos de esas organizaciones internacionales, incluyendo Naciones Unidas, y dedicarlos a pagar reducciones de emisiones, pero ese es otro tema".
Calderón Hinojosa insistió en que el Fondo Verde plantearía que cada país aporte una cuota de acuerdo al tamaño de su economía, a su ingreso per cápita, a las emisiones por persona, y se tomaría en cuenta un "componente histórico" que reconozca el daño que ya se ha hecho por quienes se han desarrollado.
"Lo que pido es una revisión cuidadosa de un mecanismo económico-financiero que coloque los incentivos en su lugar para que todos empecemos en serio y no de palabra, a reducir el carbono emitido a la atmósfera o a recuperarlo o secuestrarlo", reiteró.
Argumentó que si los países iberoamericanos tienen ese incentivo económico y la certeza de que cada esfuerzo que hagan en la materia será respaldado por la comunidad internacional, "habrá una esperanza y habrá una oportunidad para enfrentar y superar este que es, sin duda, el mayor desafío a la humanidad en el siglo XXI, que es, precisamente, el calentamiento global". Estoril, Portugal
