miércoles, 24 de febrero de 2010

Mensaje a medios del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón Hinojosa, al término del Encuentro con Empresarios Mexicanos y Brasil


Gracias.
Amigas y amigos de los medios de comunicación.
Señoras y señores empresarios.
Amigos todos:

Bueno, primero que nada, quiero reiterar la más cordial bienvenida a México al admirado y querido Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien con su presencia fortalece los lazos de amistad que unen a nuestros países.
Es para mí muy claro que la presencia del Presidente da Silva, su liderazgo, ha sido fundamental para el éxito obtenido en esta Cumbre de la Unidad que culminó con la suscripción de un acuerdo para la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Aunque se trata, si bien es cierto, de un primer paso, para nosotros es un paso histórico, un paso esperado, quizá, durante decenas o, me atrevo a decir, cientos de años, desde que fue iniciado el esfuerzo de independencia de muchas naciones latinoamericanas y caribeñas.

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños será un espacio de encuentro, de entendimiento y de fortaleza entre los Estados de América Latina y el Caribe.

Así que, nuevamente, muchas gracias, Presidente Lula da Silva, por su presencia y su liderazgo.

También agradezco la presencia de su comitiva, y muy en especial de los empresarios brasileños y mexicanos que participaron en el Foro Estratégico Empresarial México-Brasil, en donde se identificaron los factores en los que tenemos que trabajar para ampliar y profundizar nuestra asociación comercial.

En el marco de esta visita, el Presidente Lula y yo tenemos el gusto de anunciar que nuestros Gobiernos hemos acordado iniciar un proceso formal de trabajo para evaluar y determinar las áreas de oportunidad, los alcances, beneficios y sensibilidades de un Acuerdo Estratégico de Integración Económica entre Brasil y México.

Entre los objetivos que buscamos alcanzar con este Acuerdo Estratégico están:

Promover el crecimiento y desarrollo económico de nuestros países, y más ampliamente de América Latina y el Caribe, para fortalecer la competitividad y la presencia regional en los mercados internacionales.

Incrementar el empleo y el bienestar de mexicanos y brasileños. Garantizar el acceso real de nuestros productos a los mercados de ambas naciones, atendiendo de manera ágil y efectiva las barreras que enfrenten nuestros exportadores.

Integrar a nuestras cadenas productivas, en especial, incorporando a las micro, pequeñas y medianas empresas, y apuntalar los flujos de comercio, inversión, alianzas estratégicas, transferencia de tecnología y cooperación.


Estos son sólo algunos de los muchos beneficios que podemos alcanzar si logramos aprovechar de forma eficiente la complementariedad de nuestras economías; así como los grandes atractivos con los que cuenta, tanto el mercado brasileño como el mercado mexicano.

Quiero destacar que en el proceso formal de trabajo entre las autoridades de Brasil y México, será fundamental la participación de los sectores productivos, privados de ambos países, la cual, se regirá por el principio de que la sustancia determina el tiempo que dure el proceso.

Asimismo, trabajaremos de la mano con el Legislativo, de conformidad con los mecanismos de diálogo y las disposiciones legales relevantes.

Yo invito a los empresarios brasileños y mexicanos a que participen activamente en este proceso. Los invito a que impulsemos juntos las grandes oportunidades de negocio, que surgirán de este acuerdo estratégico entre Brasil y México, en beneficio de nuestros pueblos.

A esta buena noticia, se suma el anuncio que hemos escuchado de la formalización del proyecto productivo más grande de nuestra historia conjunta, el Proyecto Etileno 21. Este Proyecto, tiene como objetivo la construcción en México de un cracker de etano, que producirá un millón de toneladas anuales de etileno, a partir del cual podrán elaborarse polietilenos de alta y baja densidad, que son insumos clave en diferentes procesos industriales y de manufactura.

Esto representa una oportunidad de la más alta trascendencia para no sólo elevar la productividad de nuestra industria petroquímica; constituye para México un verdadero relanzamiento de la industria petroquímica nacional ya que podremos remplazar un gran porcentaje de las importaciones que hoy se realizan en la cadena petroquímica de diversas materias primas, además, estaremos generando condiciones para fortalecer las cadenas productivas que dependen de los insumos petroquímicos en el país.El Proyecto Etileno 21, el cracker, que se comenzará a construir en este mismo año en Coatzacoalcos, Veracruz, con una inversión del grupo mexicano IDESA y de la empresa brasileña Braskem de Brasil. Estas empresas van a destinar más de dos mil 500 millones de dólares a la construcción de la infraestructura necesaria para producir etileno y procesarlo.

Esto representa, para darles una idea, casi el 60 por ciento de toda la inversión realizada en el sector petroquímico durante el sexenio pasado y con estos recursos se van a generar hasta ocho mil empleos, durante la construcción, y alrededor de tres mil empleos permanentes, tanto para la operación de las instalaciones como para actividades relacionadas con ellos. El Proyecto Etileno 21 se sustenta en el establecimiento de un acuerdo comercial entre Petróleos Mexicanos de México, Pemex, y estas dos empresas, IDESA y Braskem, para asegurar el suministro de 66 mil barriles diarios de etano, de parte de nuestra empresa paraestatal. Para ello se ha establecido un contrato de 20 años con opción a tres renovaciones de cinco años cada uno.

Este novedoso esquema también marca una nueva era para la petroquímica en México, como he dicho, al dar certeza a los inversionistas globales, quienes podrán contar con insumos de calidad, con oportunidad y a precios competitivos.

En suma, el Proyecto Etileno 21 será el primer proyecto petroquímico de gran calado que se lleve a cabo en México en 30 años. Con su realización daremos un paso muy importante para lograr una industria petroquímica mexicana moderna y competitiva.

Señor Presidente Lula da Silva, distinguidos integrantes de las comitivas, señoras y señores.

Para Brasil y para México el inicio de este proceso formal de trabajo para alcanzar un Acuerdo Estratégico de Integración Económica y el Proyecto Etileno 21, que hoy se anuncia, son dos muestras claras de cómo podemos fortalecer la cooperación bilateral. Así, concluimos hoy este muy fructífero encuentro con el Presidente Lula da Silva con una relación más fuerte y más sólida entre México y Brasil.

Este es, sin duda, el inicio de una nueva etapa en la exitosa relación entre nuestras dos grandes naciones.

Por su atención, muchísimas gracias.

RIVIERA MAYA, Q.Roo.

http://www.elpuntocritico.com